La prevención es clave para vivir más y mejor, pero las enfermedades crónicas son una realidad que afecta a millones de personas en el mundo. Si estás lidiando con una de ellas, quiero que sepas que hay esperanza. Mi objetivo es ayudarte a recuperar el equilibrio físico, emocional y mental que necesitas para volver a vivir plenamente.
He trabajado con clientes que, a pesar de recibir un diagnóstico médico “normal”, sienten que su cuerpo y su mente les dicen lo contrario. Sus síntomas no solo persisten, sino que también generan frustración, miedo y un profundo desgaste. Acuden a mí con síntomas que no tienen respuesta ni solución, y con una sensación de desesperanza. Entiendo esta situación, porque hace unos años estuve en ese mismo lugar. Muchas preguntas, diferentes médicos y una respuesta que se repetía constantemente «debe ser estrés».
Una realidad alarmante
Hoy en día, solemos conocemos a alguien que sufre una enfermedad crónica.Las cifras no dejan lugar a dudas:
Dos tercios de las muertes globales están relacionadas con enfermedades crónicas, según estudios recientes.
1 de cada 3 adultos vive con múltiples afecciones crónicas.
Las proyecciones indican que 1 de cada 12 mujeres padecerá una enfermedad autoinmune en algún momento de su vida. En mi caso, fue la enfermedad de Hashimoto, que afortunadamente ahora se encuentra en remisión.
Estos números reflejan un problema de salud mundial que no solo afecta al cuerpo, sino también a la mente, las emociones y la calidad de vida. Las personas con síntomas crónicos suelen sentirse incomprendidas, ignoradas y desamparadas, lo que agrava su sufrimiento. Un padeser que puede alargarse por años y visita a muchos médicos diferentes antes de lograr un diagnóstico.Las enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la artritis, algunos tipos de cáncer y las autoinmunes, son condiciones de larga duración que requieren atención médica continua. Mas allá de los síntomas, impactan todos los aspectos de la vida: desde las relaciones personales hasta las finanzas y los sueños a futuro.
El impacto emocional y físico
Por lo general, los pacientes con enfermedades crónicas enfrentan una experiencia difícil. A menudo son desacreditados o ignorados, lo que los deja sintiéndose impotentes y sin respuestas claras. Este proceso no solo genera sufrimiento físico, sino también emocional y mental. El impacto puede extenderse más allá de la salud:
Eventos sociales perdidos.
Ausencias laborales prolongadas.
Relación con la familia y amigos afectada.
Estrés financiero debido a gastos médicos.
El deterioro acumulativo puede generar miedo, aislamiento y frustración, haciendo que la carga de la enfermedad sea aún más pesada.
¿Qué son las enfermedades crónicas?
Las enfermedades crónicas son afecciones de larga duración que progresan lentamente y requieren atención médica continua. Aunque no son infecciosas, afectan múltiples aspectos de la vida de una persona, las enfermedades más comunes son:
Alzheimer.
Artritis.
Enfermedades cardiovasculares.
Diabetes y diabetes tipo 2.
Ciertos tipos de cáncer.
Obesidad.
Estas afecciones no solo impactan físicamente, sino que también afectan la salud emocional, mental y social de quienes las padecen.
¿Qué causa las enfermedades crónicas?
El riesgo de desarrollar una enfermedad crónica depende de varios factores:
Genética.
Estilo de vida.
Epigenética (cómo los factores ambientales y nuestros hábitos diarios influyen en nuestra expresión genética).
Determinantes sociales de la salud.
Comprender estas influencias es clave para identificar los cambios necesarios para prevenir o controlar estas afecciones. Aquí es donde mi rol como coach de salud marca la diferencia. A través de un enfoque personalizado, te acompaño para identificar las raíces de tus problemas y tomar acciones que transformen tu vida.
¿Cómo puede ayudarte un coach de salud?
Estudios han demostrado que el coaching en salud puede:
Reducir las tasas de hospitalización.
Mejorar los indicadores en personas con diabetes e hipertensión.
Un coach de salud no reemplaza al médico, pero sí complementa el tratamiento clínico al empoderarte para realizar cambios sostenibles en tu estilo de vida. Estas son algunas formas en las que puedo ayudarte:
1. Alimentación personalizada
La nutrición es clave para reducir la inflamación y mejorar la salud. Juntas, exploraremos qué alimentos son beneficiosos para ti y cuáles pueden estar contribuyendo a tus síntomas. Además, podemos evaluar si es conveniente incluir suplementos para complementar tus necesidades específicas. Cada persona es única, y por eso creo planes de alimentación bioindividuales adaptados a tus necesidades específicas.
2. Educación sobre tu enfermedad
Te ayudo a comprender tu diagnóstico y cómo afecta tu cuerpo. Si tienes dudas sobre tu diagnóstico o medicamentos, te animo a buscar respuestas. Puedo orientarte a explorar opciones y, si lo consideras necesario, buscar segundas opiniones o integrar enfoques de medicina alternativa basados en evidencia.
3. Mejorar tu estilo de vida
Cambios simples en tu rutina son fundamentales para mejorar tu bienestar y pueden marcar una gran diferencia. Esto incluye:
Técnicas para reducir el estrés.
Mejora de la higiene del sueño.
Reconexión con tu cuerpo y su naturaleza.
Incorporación de prácticas creativas y significativas para enriquecer tu vida.
4. Actividad física adaptada a ti
La actividad física no tiene que ser intensa para ser efectiva. Juntos, trabajaremos en incorporar ejercicios suaves como caminatas o yoga, y, si es apropiado, aumentaremos la intensidad de forma gradual. Lo importante es encontrar una forma de movimiento que disfrutes y que sea sostenible.
5. Apoyo emocional
Vivir con una enfermedad crónica puede ser abrumador y muchas veces conduce a estados de ánimo bajos o incluso depresión. Estoy aquí para apoyarte en los momentos difíciles y, si lo necesitas, orientarte hacia recursos adicionales para tu salud mental.
Rompiendo mitos sobre las enfermedades crónicas
Existen creencias erróneas que dificultan la recuperación. Una de las más comunes es pensar que las enfermedades crónicas son inevitables y que no se pueden mejorar. Sin embargo, estudios demuestran que los cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida, incluso en casos avanzados.
Un enfoque integral que abarque cuerpo, mente y espíritu puede ayudar a disminuir la inflamación, restaurar la energía y aliviar los síntomas crónicos.
¿Cómo lo hacemos?
Identificamos factores desencadenantes: alimentos, estrés, tóxicos y hábitos perjudiciales.
Creamos un plan personalizado de acción para reducir la inflamación y promover la regeneración celular.
Priorizamos pequeños cambios sostenibles, para que puedas implementarlos con confianza y a tu ritmo.
Recupera el control de tu bienestar
Las enfermedades crónicas no tienen por qué dictar cómo vives tu vida. Con las herramientas y el apoyo adecuados, es posible transformar tu experiencia y recuperar el control. Si estás lista para dar el primer paso hacia una vida más plena y saludable, hablemos. Estoy aquí para ayudarte en este camino hacia el bienestar.
Haz clic aquí para programar una sesión gratuita y así descubrir juntas cómo puedo apoyarte. Regístrate para una sesión gratuita aquí.
¿Te animas a dar un primer paso?
Déjame tus dudas en los comentarios, saber que necesitas me ayuda a crear contenido.
[…] los países desarrollados una de cada dos personas padece enfermedades crónicas, representando el 80% del gasto público en salud. Pero más allá de las cifras, el costo […]