La disciplina de la epigenética responde que SÍ, así en mayúscula, pues nos ayuda a madurar de forma saludable. ¿Quieres aprender sobre la expresión genética y consejos prácticos para “envejecer bonito”, en otras palabras que tu jovialidad perdure naturalmente? ¡Pasa y lee!
«Más que desear vivir un largo tiempo, que tu deseo sea vivir bien»
Benjamin Franklin
Esta cita del célebre prócer estadounidense, reseñada en el libro «Los mitos del envejecimiento» del Dr. Joseph Chang, no solo captó mi atención, sino que revolucionó completamente mi percepción sobre el envejecimiento. Y si estás leyendo este artículo, probablemente también sientes que hay algo más que puedes hacer para “envejecer bonito”.
¿Por qué el “envejecer bonito” en lugar del anti-envejecimiento?
Nos hemos obsesionado tanto con el mundo del anti-envejecimiento que hemos perdido de vista algo fundamental: la posibilidad de envejecer de manera hermosa y saludable. El Dr. Joseph Chang, después de años de investigación médica desarrollando fármacos, decidió cambiar su enfoque de forma radical: pasar de tratar las enfermedades a ayudar a las personas a prevenir los problemas.
Este médico junto con los mejores investigadores de la ciencia antienvejecimiento del mundo, logró identificar grupos de genes en el cuerpo y en la piel relacionados directamente con el envejecimiento. Al entender cuáles de ellos se asociaban con la edad corporal, los reseteaban buscando reactivar sus funciones de juventud. Al igual que una computadora con cierto tiempo de uso reinicia su sistema operativo para actualizarse.
Chang nos explica que podemos retener nuestra vitalidad juvenil y evitar la pérdida de energía de manera completamente natural. Esto es “envejecer bonito” sin procedimientos invasivos, agujas, bisturí, láser o estimulantes potencialmente peligrosos que pueden causarnos efectos negativos a largo plazo.
Mi reprogramación para “envejecer bonito”
Te voy a contar algo íntimo. A los 37 años, mi cardiólogo me dijo que posiblemente necesitaría un marcapasos. Me preguntaba: «¿Por qué mi corazón está más viejo que el de mi abuelo? ¿Qué hice mal? ¿Podría haber hecho algo diferente?»
Como hija de médico, mantenía una vida «saludable»: buena alimentación, ejercicio. Aun así, casi todos los días recurría a algún fármaco para aliviar dolores de cabeza, estómago, menstruales… síntomas que consideraba «normales».
El punto de inflexión llegó cuando me diagnosticaron nódulos en la tiroides debido a Hashimoto. Ese momento fue el «clic» que me hizo mirar en otra dirección y descubrir la epigenética, reprogramando mi grupos de genes hacia una ruta de longevidad.
La longevidad como elección
Históricamente, las infecciones, desnutrición y condiciones peligrosas dictaban una esperanza de vida corta. Los avances médicos del siglo pasado nos permitieron vivir lo suficiente para envejecer. Irónicamente, en países desarrollados, la causa predominante de mortalidad es ahora el proceso de envejecimiento mismo y las enfermedades inflamatorias asociadas.
Lo afirma el Dr. Chang: «Nuestro objetivo no es vivir para siempre, sino morir sanos». No se trata solo de añadir años a la vida, sino vida a los años. La intención es vivir mejor por más tiempo o desde una perspectiva poética “morir joven lo más tarde posible”.
La ciencia detrás del arte de “envejecer bonito”
En el 2003, los científicos finalmente fueron capaces de crear un mapa del genoma humano. Resulta que hay más de 7 mil millones de personas en el mundo y cada una de ellas es una colección masiva de un billón de células. ¿Pero sabes cómo funcionan estas células? ¿Quién les dice que tienen que hacer para que tu corazón siga latiendo, tu cerebro pensando, tus huesos creciendo y que tu piel conserve su elasticidad y suavidad?
Pues toda esta información genética se encuentra almacenada dentro de nuestro ADN en lo que se conoce como genoma. Imagínatelo como un “manual de instrucciones” en cada una de tus células, y dentro de éste, están registradas entre 20.000 y 25.000 «palabras», es decir genes. No obstante cada célula utilizará la parte del «manual» que necesita para su correcto funcionamiento. Así que cuando en cualquier parte de tu cuerpo alguna célula demanda algún requerimiento, el manual genético se abrirá para que el gen con las instrucciones asociadas mande un mensaje químico a ser descifrado por esa célula.
Lo que ha sido revolucionario dentro de la epigenética es el hallazgo de que nuestros genes no cambian con la edad, ellos son siempre iguales. Lo que cambia es la forma en que se «comunican» o expresan. Por tanto el envejecimiento ocurrirá cuando se producen errores de comunicación en la célula. Lo que nos describe dos perfiles de envejecimiento:
- Envejecimiento problemático: Cierto perfil de expresión genética
- Envejecimiento bonito o saludable: Perfil de expresión completamente diferente
¿Y por qué es diferente esta forma de envejecer equilibradamente? La clave la encontrarás en esta afirmación del Dr Chang:
“Consideramos que la expresión juvenil es la expresión óptima, pero para lograr esta meta se requiere mantener un delicado equilibrio. La expresión genética nunca se enciende o se apaga, ni está jamás al máximo o toda al mínimo, se trata de un equilibrio con el fin de lograr niveles óptimos como los que se ven en la juventud”.
Aprender a equilibrar tu expresión genética
Lo que cuenta no es con qué genes naces, sino lo que haces con ellos. Son tus decisiones diarias sobre nutrición, ejercicio, antioxidantes, manejo del estrés y suplementación lo que más influye en tu expresión genética y, por tanto, en tu envejecimiento.
Factores que influyen en “envejecer bonito”
Las investigaciones han identificado los factores más importantes que afectan cómo se expresan tus genes para un “envejecer bonito” vs un “envejecer problemático”:
Factores Positivos:
- Nutrición balanceada y antioxidantes
- Ejercicio regular
- Descanso reparador
- Manejo adecuado del estrés
- Suplementación inteligente
Factores Negativos:
- Fumar
- Contaminación ambiental
- Estrés crónico
- Alimentación procesada
- Consumo excesivo de alcohol
Prácticas para una expresión genética jovial
Mientras la ciencia avanza, ya puedes hacer mucho en casa, día a día, para mantener tu expresión genética lo más juvenil posible y “envejecer bonito”:
- Dormir temprano sigue siendo un consejo de oro
- Leer 10 minutos diarios mantiene tu cerebro activo y ágil
- Evitar azúcares excesivos que añaden peso y pueden llevar a diabetes y problemas cardíacos
- Mantener una dieta balanceada y moverte todos los días
- Gestionar el estrés de manera consciente
Todos estos hábitos saludables contribuyen a reanimar esos «sobrevivientes» que sostienen las células de tu cuerpo y que se encargan de traspasar la información genética de generación en generación. Cuando estos «sobrevivientes» reciben lo que necesitan (antioxidantes, nutrición adecuada, descanso reparador), harán lo que le es natural: dar rienda a una vida longeva y feliz.
“Envejecer bonito” para morir sanos
La ciencia médica ha logrado avances fantásticos controlando enfermedades, pero apenas está comenzando a manejar adecuadamente la longevidad frente al daño que causan la contaminación, los radicales libres y los alimentos procesados.
No es de extrañar que todos vivamos preocupados por cómo envejecemos. Ahora vivimos más tiempo y queremos hacerlo plenamente. También lo estoy yo, con una edad avanzada en la década de los 50, es lógico querer aferrarme a la salud, mantenerme lo más joven posible y por qué no, morir saludable. La longevidad no se trata solo de vivir más años, sino de la calidad de vida que tengamos durante ese tiempo. Lo enfatiza el Dr Chag: “nuestro objetivo no es vivir para siempre, sino en verdad morir sanos”. A mi me resonó esta idea y me sumé a ese objetivo inspirando a otras personas comprometidas con el autocuidado.
Creo firmemente que la prevención es la respuesta para mantener la salud y retardar el envejecimiento. Equilibrar tu expresión genética está en tus manos y cada decisión que tomas hoy traza la ruta de cómo vas a envejecer mañana.
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Como Health Coach certificada por IIN, me especializo en ayudar a mujeres con síntomas de inflamación crónica y condiciones autoinmunes a optimizar su salud a través de la nutrición y el estilo de vida. Si sientes que puedes beneficiarte de un acompañamiento personalizado en tu viaje hacia un envejecimiento saludable, estaré encantada de conversar contigo.
Recuerda: Esta información es educativa y no reemplaza el consejo médico profesional. Siempre consulta con tu médico antes de hacer cambios significativos en tu dieta o estilo de vida.
Referencias:
Chang, J. (2011). The aging myth: Unlocking the mysteries of looking and feeling young. Greenleaf Book Group Llc. Disponible en https://www.amazon.com/-/es/Aging-Myth-Unlocking-Mysteries-Looking/dp/0977628876
Infobae. (2014, octubre 25). Las 10 principales causas por las que se muere la gente en el mundo. Infobae. Recuperado de https://www.infobae.com/2014/10/25/1604160-las-10-principales-causas-las-que-se-muere-la-gente-el-mundo/
National Human Genome Research Institute. (2025, August 5). Epigenética. Genome.gov. Recuperado de: https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/Epigenetica