Hablemos de cómo se relacionan el ayuno intermitente y la autoinmunidad desde un enfoque de la medicina funcional, bastante prometedor para la salud. ¿Puede el ayuno intermitente ser una estrategia viable para mejorar las enfermedades autoinmunes y optimizar el sistema inmunitario? Esta pregunta ha capturado la atención tanto de investigadores como de profesionales de la salud, y a continuación razonaremos sobre ello. Alerta de spoiler: la respuesta es SÍ.
El poder del ayuno intermitente
El ayuno intermitente no es simplemente una moda dietética; es una práctica respaldada por la ciencia que puede ofrecer beneficios significativos para la salud. Como Paracelso, uno de los pioneros de la medicina moderna, lo llamó «el mejor remedio: el médico interior», el ayuno ofrece múltiples ventajas. Cada vez más publicaciones científicas respaldan sus beneficios, destacando su capacidad para promover la salud en general.
Entonces, ¿cómo funciona? ¿Será para mí? ¿Qué hace que el ayuno sea tan poderoso y cómo puedo aprovecharlo? Son algunas pregunta que yo me hacia sobre el ayuno intermitente y la autoinmunidad, hoy quiero compartirte lo que necesitas saber sobre el tema.
La conexión entre el ayuno intermitente y la autoinmunidad
Lo primero, y quizá lo más importante, a comprender sobre la conexión entre el ayuno intermitente y la autoinmunidad, es que esta última es una señal de que algo no funciona correctamente en tu cuerpo. Se ha demostrado que el ayuno intermitente, a través de múltiples mecanismos, ayuda a que el cuerpo vuelva a funcionar correctamente. Aquí algunos beneficios:
Reduce tu inflamación
La inflamación es una respuesta biológica del sistema inmunitario. Sin embargo, en las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario ataca erróneamente los tejidos sanos, lo que genera una inflamación crónica. Algunos estudios han demostrado que el ayuno intermitente puede reducir tus niveles de citocinas proinflamatorias como la interleucina 6 (IL-6) y la proteína C reactiva (PCR), ambos marcadores críticos de inflamación (Goldberg et al., 2016). Esta disminución en la inflamación mitiga los síntomas de muchas enfermedades autoinmunes. Los niveles elevados de citocinas proinflamatorias contribuyen a un ciclo de ataque inmunológico en condiciones como el lupus o la artritis reumatoide.
Durante los períodos de ayuno, se ha observado que disminuye la producción de monocitos, una clase de células inmunitarias que a menudo están involucradas en la inflamación (Buchinger y Meier, 2017). Al reducir la actividad inflamatoria, el ayuno intermitente puede proporcionar un alivio significativo para las personas que sufren de estas condiciones crónicas.
La capacidad de aumentar la producción de β-hidroxibutirato (BHB), una molécula que actúa como señalizador antiinflamatorio durante el ayuno, también apoya el control de la inflamación y la mejora del metabolismo (Newman y Verdin, 2014). Esto es un claro indicativo de que la bioquímica de tu cuerpo puede verse favorecida mediante la implementación del ayuno intermitente.
Mejorar el metabolismo y la flexibilidad metabólica
La mejora del metabolismo es otro beneficio crucial del ayuno intermitente. Se refiere a la capacidad del cuerpo para cambiar eficientemente entre la quema de azúcar y grasa como fuente de energía, esto es esencial para mantener niveles de energía estables y reducir el estrés oxidativo. Un metabolismo flexible significa que el cuerpo puede responder mejor al estrés metabólico, lo cual es vital para las personas con desregulación autoinmune (Patterson y Sears, 2017).
La mejora de la salud metabólica es fundamental para cualquier persona, pero resulta especialmente crítica para quienes luchan contra enfermedades autoinmunes. El ayuno intermitente no solo contribuye en reducir la inflamación, sino que también mejora el control del peso y la sensibilidad a la insulina. Esto puede ser clave para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2 y para la regulación del azúcar en sangre. La mejora en el perfil metabólico fortalece la función inmunitaria y reduce el riesgo de complicaciones autoinmunes.
Equilibrar el microbioma intestinal
Las alteraciones en el microbioma intestinal juegan un papel significativo en el desarrollo de enfermedades autoinmunes. El ayuno intermitente se asocia con mejoras en la diversidad microbiana y un aumento en la producción de ácidos grasos de cadena corta, que tienen propiedades antiinflamatorias (Rastmanesh, 2011). La mejora de la salud intestinal se ha relacionado directamente con una mejor función inmunitaria.
Un estudio realizado en ratones con esclerosis múltiple mostró que el ayuno intermitente mejoró la composición del microbioma intestinal y, como resultado, se observó una disminución en la inflamación y un aumento en la producción de cetonas, que desempeñan un papel neuroprotector (Rastmanesh, 2011). Esto sugiere que las modificaciones en el microbioma intestinal, inducidas por el ayuno, podrían ser un mecanismo subyacente en la mejora de los síntomas de enfermedades autoinmunes.
Además, los estudios han demostrado que el ayuno mejora la permeabilidad intestinal, lo que puede ser beneficioso ya que una «intestino permeable» se asocia con un mayor riesgo de enfermedad autoinmune al permitir que partículas no deseadas ingresen al torrente sanguíneo y causen una respuesta inmunitaria exagerada (Cani y Delzenne, 2009).
Promueve de la autofagia
La autofagia, el mecanismo de limpieza celular del cuerpo, es esencial para la salud celular y la prevención de diversas enfermedades. Este proceso permite a tu cuerpo eliminar las células dañadas y regenerar nuevas y sanas.
El ayuno intermitente es uno de los métodos más eficaces para inducir la autofagia. Durante los períodos de ayuno, el cuerpo activa mecanismos moleculares que promueven la degradación de componentes celulares dañados, permitiendo así la regeneración y el reciclaje de las células. Esto es especialmente importante para las personas con enfermedades autoinmunes, donde el daño celular y la inflamación están presentes de manera crónica.
Cada vez hay más evidencia que muestra cómo la autofagia favorece la regulación de la respuesta inmunitaria, permitiendo que el cuerpo elimine las células inmunitarias que no son efectivas o que pueden estar causando daño. Existe un estudio que sugiere que la activación de la autofagia puede ayudar a mejorar los síntomas en enfermedades autoinmunes como el lupus y la enfermedad de Crohn, proporcionando un enfoque terapéutico adicional para quienes padecen estas condiciones (Levine y Kroemer, 2019).
Regula los ritmos circadianos
El ayuno intermitente puede tener un efecto positivo en los ritmos circadianos, al permitir una mejor sincronización entre los ciclos de alimentación y los ciclos naturales del cuerpo, potencialmente mejorando la salud metabólica, el sueño, la temperatura corporal y la liberación de hormonas.
¿Cómo implementarlo en tu vida?
Si bien los beneficios del ayuno intermitente son emocionantes, es crucial abordarlo de manera informada y segura. Aquí hay algunas estrategias sobre cómo comenzar a vincular el desayuno intermitente y la autoinmunidad:
Comienza poco a poco
Para la mayoría de las personas, lo más fácil es establecer un horario en el que dejas de comer a una hora determinada por la noche y vuelves a comer a la misma hora al día siguiente. Dependiendo de tu rutina actual, puedes empezar con 10-12 horas de ayuno nocturno y aumentar hasta 16 horas.
A algunas personas les gusta ayunar de esta manera todos los días, mientras que otras prefieren hacerlo varias veces a la semana o incorporar ayunos menos frecuentes pero más largos a su rutina habitual. Puedes guiarte con el libro Ayuno intuitivo del Dr Will Cole. Sin embargo, de acuerdo a tu estado de salud y antecedentes, resulta preferible que consultes con un profesional de confianza antes de empezar a ayunar.
Elige alimentos integrales
Si bien hablamos de “cuándo” comes, no debemos olvidar “qué” comes. Enfócate en consumir alimentos integrales, ricos en nutrientes y antiinflamatorios. Incluir frutas, verduras, grasas saludables y proteínas puede maximizar los beneficios del ayuno. Evita los alimentos altamente procesados, azucarados y con aditivos químicos, ya que pueden activar la inflamación y contrarrestar los efectos del ayuno.
Hidrátate adecuadamente
El agua es fundamental durante el ayuno. Puedes disfrutar de agua, infusiones de hierbas o té sin azúcar. Mantenerse hidratado no solo es crucial para el funcionamiento general del cuerpo, sino que también puede ayudar a controlar el hambre.
Un pantallazo final
El ayuno intermitente asociado a la autoinmunidad es una estrategia poderosa que ofrece múltiples beneficios, especialmente para quienes sufren de este tipo de enfermedades. Al reducir la inflamación, mejorar la salud metabólica, fortalecer el microbioma intestinal y fomentar la autofagia, el ayuno intermitente no solo puede ayudar a mitigar los síntomas, sino también a optimizar el sistema inmunitario en general.
Es esencial que lo hagas de manera informada y segura y adaptándolo a tus necesidades biondividuales. Consulta con un profesional cuando sea necesario. Al hacerlo, puedes abrir la puerta a un enfoque holístico que te permitirá mejorar tu salud y bienestar general.
Es fundamental recordar que tu bienestar debe ser la prioridad al explorar nuevas prácticas de salud. También es útil participar en comunidades o foros en línea donde puedas conectarte con otras mujeres con quienes puedas compartir experiencias, consejos y desafíos. La comunidad puede fomentar la motivación y el apoyo, haciendo que la transición al ayuno intermitente sea más amena y menos solitaria.
REFERENCIAS
- Goldberg, E., et al. «Intermittent Fasting: A Dietary Intervention for Prevention & Treatment of Autoimmune Diseases.» Journal of Immunology Research, 2016.
- Baumann, G., et al. «The Impact of Ramadan Fasting on Various Diseases.» Journal of Nutrition and Health, 2019.
- Rastmanesh, R. «Potential of Fasting and Caloric Restriction to Ameliorate Multiple Sclerosis.» Nutrition Reviews, 2011.
- Patterson, R., Sears, D. «Metabolic Effects of Intermittent Fasting.» Annual Review of Nutrition, 2017.
- Singh, R., et al. «Autophagy and Autoimmunity: Current Knowledge and Future Perspectives.» Journal of Molecular Medicine, 2019.